Según este los libros electrónicos que creemos con iBooks Author solo tienen dos opciones para ser distribuidos. Por una parte podemos exportarlos a otros formatos y como tal enviarlo a otras personas o usarlos en nuestro tablet, estaríamos hablando de una distribución gratuita. Si lo deseamos también podemos ponerla a disposición de todo el mundo sin coste a través de la iBookstore (de momento solo en los Estados Unidos).
Por otra parte también se puede optar por vender el libro electrónico, pero si escogemos esta opción solo podremos hacerlo a través de la iBookstore de Apple. La razón es sencilla, de esta forma la empresa de la manzana se lleva una comisión del 30% de las ganancias que genere nuestra obra. Parece lógico si se piensa que iBooks Author se ofrece de manera gratuita, pero no parece tan lógico si se compara con herramientas de creación digital que no tienen esta limitación como Microsoft Word o Adobe Acrobat.
La restricción no obedece a ningún tipo de limitación técnica del servicio, ni mucho menos, pues como dijimos antes siempre podemos optar por exportarlo a otro formato, e incluso podemos guardarlo en el iPad para abrirlo desde la aplicación iBooks 2 sin pasar por la tienda de libros de Apple. La restricción está creada para garantizar el modelo de negocio planeado por Cupertino.
En Cult of Mac tienen una teoría en cuanto a ello y es que Apple no pondría objeciones a que vendamos la obra fuera de la iBookstore si empleamos un formato diferente al propio (un derivado del ePub), léase PDF o algún otro, pero no deja de ser una mera opinión. John Gruber, reconocido blogger en el mundo de Apple, estima que todo se debe a dejar el proceso de redacción de las condiciones a los abogados de la compañía.
Sea como sea, es un aspecto a tener en cuenta si queremos hacer negocio alguna vez con la aplicación que ayer lanzó Apple, “no es oro todo lo que reluce”.
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