Danza Oriental y Embarazo
Por
Mar Aldudo, profesora de Danza Oriental
Cualquier
danza, suele ser sinónimo de beneficio, no sólo por las capacidades físicas
que se
desarrollan sino por el mero hecho de la felicidad que reporta.
En
nuestro ritmo de vida deberíamos incorporar un espacio de tiempo, en el que
desconectar de la rutina y dedicarse a uno mismo.
En
concreto, si hablamos de la Danza Oriental, seguro que encontramos un estilo
que se adapta al gusto y las necesidades de cualquier persona, debido a la gran
variedad de estilos que engloba.
Si
además estamos en una etapa tan importante como el embarazo; debemos echar la
vista atrás y pensar en el origen de
esta danza, vinculado a ritos de fecundidad, nacimientos,...
Adaptando
los movimientos de este baile a ese estado, obtendremos muchos beneficios para
el cuerpo de la mujer.
En
esta danza se le da una gran importancia a la corrección postural, de modo que
a una embarazada le puede ayudar a mantener o recuperar la postura vertical,
equilibrando los pesos.
También
ayuda en otras molestias típicas del embarazo, como los dolores de espalda, la
ciática, dolores articulares o las malas
digestiones.
Pero
más allá de estos beneficios físicos, también tenemos que prestar atención a la
conexión entre la madre y el bebé; que lo siente como un momento de calma, un masaje; es como si las
ondas del cuerpo materno le acunaran.
Es
además, un momento de reunión entre mujeres embarazadas, lo que favorece la
interacción y la comunicación entre ellas.
Hay
que tener en cuenta, que la danza para embarazadas es un poco diferente, pues
hay determinados movimientos bruscos o rápidos que están contraindicados. Pero
casi todos los movimientos circulares y ondulantes,...aportan ritmo y fluidez,
y ayudan a ser consciente de los cambios físicos.
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