Con cualidades casi canónicas y con un estilo de música coral y sonido pop, Pat Grossi, el niño del coro de la iglesia de Philadelphia más conocido como Active Child, regresa con un disco que combina la divinidad de su voz con la oscuridad de sus letras.
Si bien sus confesas influencias van desde Tears for Fears a The Knife, el influjo de sus días de choir boy son innegables. Con apenas 9 años, e incentivado por el director de su colegio, Pat convenció a su madre de que lo llevara a una audición del Philadelphia Boys Choir, coro que no sólo abrió sus ojos al mundo, sino que definió su estilo.
Y es que el efecto de esos días permanece aún en Grossi, quien logra hilvanar en su música la disparidad del pop pegajoso de la radio, con tonalidades oscuras que dan por resultado un tipo de pop coral salido de la iglesia. Un estilo que conocimos en el EP Curtis lane de 2010, donde desde el arte de tapa hasta las canciones se remontan a la infancia, a su relación con sus hermanos, al amor y las rupturas.
Algo distinto ocurre con You are all i see, donde a lo largo de cuarenta y ocho minutos, divididos en doce canciones, Active Child centra todas sus energías en sonar lo menos cursi y tierno posible, a través de melodías que cohesionan la alegría y la angustia de las relaciones (“Hanging on”), con la bipolaridad del amor perdido y redescubierto (“Playing house”).
Mediante arduas batallas con la monogamia y la identidad, que suenan como arpas en “You are all i see”, Active Child evoca sacras melodías, sin descuidar la tonalidad de algunas canciones que tienen la capacidad de erizarte la piel, como “Way to fast y Johnny Belinda”.
En definitiva, You are all i see es una fusión emocional, que entre el misticismo y la armonía, combina a la perfección sus elementos esenciales: arpa, sintetizadores y los angelicales falsetes de Grossi, que confluyen en una espeluznante belleza.
Fuente: http://super45.net/
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