La Cocinita de Chamberi es una de esas tiendas coqueta que al entrar transmiten calidez, te dan ganas de comprar todos los productos que tienen y de realizar todas las actividades que ofrecen.
Cuando conocimos el proyecto nos gusto mucho por la misión que quieren cumplir, ayudar y fomentar una mejor alimentación para los más pequeños de la familia. No sólo desean hacerlo desde la prescripción, sino desde los juegos, los libros, los talleres y cursos familiares en los que enseñan a comer, cocinar y disfrutar de la comida. Por ello creemos importante dar a conocer este proyecto, y adentrarnos en el maravilloso mundo de La Cocinita de Chamberi a través de los ojos de su creadora Paloma Montón.
¿Cómo surge la idea de la cocinita? ¿Por qué nace La Cocinita? (Misión)
La idea surgió de mi propia necesidad… cuando mi hija, que ahora tiene 3 años y medio, empezó a comer fue un época complicada para mi porque tardó mucho tiempo en aceptar los alimentos y me volvía loca para encontrar las pocas cosas que le gustaban, y también para encontrar información sobre la mejor manera de alimentarla. Ese fue el motivo de que pensara en crear un espacio donde poder encontrar todo lo que normalmente utilizamos para alimentar a nuestros hijos sin tener que recorrer varias tiendas, así como formación para padres y facilitar la relación de los niños con la comida sana.
¿Describenos qué encontramos en la cocinita ? ¿Qué ofrece La Cocinita?
La primera parte de la tienda está dedicada a la alimentación ecológica. Tenemos todo tipo de alimentos, pero enfocados especialmente a bebés y niños. Papillas, cereales, carne, huevos, lácteos, snacks, galletas, etc.
En la sala de complementos tenemos artículos de lactancia, como extractores, envases para almacenar la leche materna, etc. y también todo tipo de artículos para lactancia artificial.
Además, hay una amplia oferta de menaje infantil, como vasos, platos, cubiertos, mantelitos, baberos o termos.
La librería tiene una pequeña selección de libros de nutrición, recetas, lactancia y crianza en general. Y también libros de cocina para niños y cuentos relacionados con la alimentación.
Otra parte interesante son los juguetes, también todos relacionados con el juego simbólico de cocina, delantales, juegos de vajillas y cacerolas o utensilios para hacer repostería.
Y por último tenemos nuestra cocina, un espacio especialmente diseñado para hacer talleres de cocina con niños de todas las edades y otras actividades de información para padres y ocio para toda la familia.
¿Cuáles de las ofertas tienen mayor aceptación?
La alimentación es uno de los principales motores de la tienda, ya que no sólo vienen a comprar los padres para sus hijos, sino también adultos interesados en alimentación ecológica, dada la variedad de productos que vendemos.
Y por supuesto los talleres, que se llenan prácticamente todos, especialmente los dedicados a los niños más pequeños, de 0 a 3 años.
Tenéis una gran variedad de artículos o productos, ¿cuáles recomendarías y por que? y ¿cuál es tu preferido?
Pues por ejemplo la carne de ternera ecológica, de producción local en la Comunidad de Madrid y de una calidad excelente. La vendemos envasada al vacío y se puede pedir cualquier tipo de corte.
También están especialmente buenas las pastas italianas de la Bio Idea, que tienen un sabor muy diferente a las pastas industriales y tienen variedades en tamaños pequeñitos para que a los bebés les resulten más fáciles de comer.
Ah y por supuesto los yogures griegos bio, que son mi perdición…
También tenéis talleres de cocina. Cuéntanos un poco cuál es el grado de aceptación.
Los talleres tienen bastante éxito. La cocina es una actividad que entusiasma a los niños, y de la que apenas se les deja disfrutar en la vida diaria. Les damos la comida ya servida en un plato y apenas tienen relación con los alimentos frescos. Sin embargo nos ven cocinar cada día y es una de las actividades que más les gusta imitar.
En La Cocinita les proponemos talleres para todas las edades. Para niños más pequeños hay un grupo de juego con los alimentos y para más mayorcitos hacemos cosas muy variadas como taller de pan, de repostería, de cocina internacional… y muchas más ideas que vendrán pronto.
¿Sabemos lo que comemos o somos conscientes de lo que comen nuestros hijos?
Rotundamente no. Deberíamos profundizar mucho más en el aprendizaje de una buena alimentación, primero porque es nuestra fuente de salud y segundo porque nos alimentamos varias veces al día, comemos para vivir y no tenemos ni idea de lo que los alimentos nos aportan en cada momento.
De la misma forma, la industria debería darnos más información sobre el origen de los alimentos que ingerimos, las condiciones en que han sido cultivados y tratados.
Por ejemplo, es un tema muy controvertido el efecto del uso diario de azúcar o el origen de la mayoría de pescados que comen nuestros hijos en los comedores escolares, pero son temas de los que en general la gente no tiene ni idea.